EUROPA PRESS

20 febrero 2016

 

Las herramientas para alcanzar la felicidad están en ti mismo

 

Descubre cuáles son y aprovéchalas.

 

Desde CHANCE te traemos un nuevo artículo de Nano López, el coach para organizaciones y adolescentes, que nos habla esta semana de las herramientas de las que disponemos para alcanzar la felicidad.

 

La mayoría de las personas buscamos la felicidad de forma continua durante nuestra vida sin darnos cuenta de que disponemos de herramientas que nos pueden ayudar.

 

A lo largo de la Historia han existido distintas visiones de la felicidad. En la Grecia antigua se creía que la felicidad era encontrar la armonía en el entorno y la persona. Platón opinaba que la felicidad era esa sensación de plenitud, paz y serenidad que nos llena de alegría interior y nos permite disfrutar de la vida.

 

Aristóteles acercó la felicidad a la virtud y a la excelencia. Bastaba este concepto en la realización de la propia persona, en la importancia de realizar una actividad que a cada uno le sea más propicia, alimentando el alma. En resumen, Aristóteles focalizaba la felicidad en la adquisición de la excelencia del carácter y de lo que hoy en día llamamos inteligencia emocional.

 

Posteriormente toda esta manera filosófica se vio más afectada con la aparición de las religiones y la aceptación de la existencia del bien y del mal. No debemos olvidar que la base en la que solemos sustentar el bien y el mal depende de nuestras creencias y opiniones.

 

Para tratar de alcanzar la felicidad, debemos de tener este tipo de cosas en cuenta. Es importante tratar de llevar nuestro hacer en relación con lo que queremos, convertir nuestras obligaciones en motivaciones buscándole un sentido, como decía Aristóteles, alimentando el alma.

 

Placer y disfrute

Hay que tener en cuenta la distinción entre el placer sensorial y el disfrute. Este último siempre será una interpretación de algo que nos resulte agradable.

 

También tenemos que tratar de acercar nuestras creencias sobre el bien y el mal asociándolas a nuestros valores. Normalmente no solemos ser conscientes de que las creencias lo son, y no debemos olvidar que son sintéticas. Regulan lo común y son opiniones que tomamos como hechos.

 

Por otro lado, los valores están más relacionados con la propia identidad personal, en la admiración o el rechazo y como no, en lo importante y lo irrelevante.

 

La felicidad depende de nosotros mismos

Es imprescindible saber que la felicidad depende muchísimo de nosotros mismos y de nuestra actitud personal. La psicóloga Sonja Lyubomirsky, autora de La ciencia de la felicidad, decía que "si tomas la decisión de ser más feliz en tu vida y comprendes que es una decisión importante, que requiere esfuerzo, compromiso y cierta cantidad de disciplina, has de saber que puedes conseguirlo" .

 

Por lo tanto la fórmula mágica para la felicidad es sumar comportamientos con pensamientos y objetivos. Marcar nuestros objetivos conociendo nuestras fortalezas y trabajando día a día para conseguirlo, basándonos en los principios de una actitud mental positiva.

 

Herramientas para alcanzar la felicidad

1.                 Siempre que queremos conseguir cualquier objetivo es necesario precisarlo y desearlo con todo el empeño.

2.                 Para aprender cualquier cosa hace falta práctica, práctica y práctica.

3.                 Pensar que el trabajo puede resultar divertido cuando se hace para algo que se desea.

4.                 Hay que tener en cuenta que la pasión en lo que unos se propone produce energía y motivación.

5.                 La confianza en nosotros mismos y nuestras capacidades nos permite pasar a la acción.

6.                 Pensar que en el pasado no conseguimos algo nos impide ahora lograr lo que queremos.

7.                 No importa tanto el final como disfrutar del propio camino.